quarta-feira, 14 de janeiro de 2009

EL ARRULLO (CURRUCUCÚ)

Lo recuerdas bien
Sé quién eres y qué escondes
No me conoces
porque soy pequeña
porque tengo mil caras
y vengo despacito
Soy yo
insignificante
desechable, accesoria
Soy tan común que doy vergüenza
soplido.

Calladita llego
Calladita me voy
Y en tu despertar, un dolor en el pecho
¿mala postura, tal vez?
¿indigestión, quizá?
¿No recuerdas, acaso, tus sueños?
Soy yo, Monseñor.
Soy yo, Señor Obispo.
Soy yo, Cardenal Primado.
Soy yo, Divino Pedro.
Soy yo:
La memoria de las mil palomas crucificadas.
Somos nosotras, que picoteamos tus entrañas[1].



[1] “Palomicidio en la Catedral Primada:
Dos semanas después del desalojo de un grupo de desplazados que pretendió trasladar su tragedia a la Catedral Primada de Bogotá, un nuevo intento de desalojo provocó la indignación de la gente: cientos de las palomas que engalanan la Plaza de Bolívar y son la atracción de niños y turistas, quedaron ensartadas en trampas mortales cuidadosamente instaladas en la fachada del templo por empleados de Monseñor Pedro Rubiano Sáenz. La gente no se aguantó. Poco antes murieron envenenadas decenas de palomas, símbolos de la paz. Sin autorización del clero, la gente arrancó las trampas de la catedral”. Editorial Periódico VOZ. Quincena del 19 de agosto al 1 de septiembre de 1998.

ACADEMIA “EL ROT GUAILLER”

En el que, para un transeúnte desprevenido, sería un admirable suceso de autoveeduría, las puertas de la innovadora Academia “El Rot Guailler” se abrirían por primera vez justo al lado del edificio principal de la Asociación Protectora de Animales -APA. El Gerente de la APA, don Ramón M., preparó una visita de bienvenida para los nuevos vecinos. Al cruzar la pesada puerta de vidrio oscuro, que cargaba de excesivo lujo a la Academia, se encontró con una placa que rezaba:

Nuestros valores institucionales:

Ferocidad, obediencia,
fortaleza en las mandíbulas y en el resto del cuerpo,
olfato para la cacería, cuidado del pelaje,
ternura y vigilancia para con los niños.

Aunque atónito, don Ramón M. (que de desprevenido no tenía un gramo) continuó su lectura:

Aquí formamos Machos sementales
y Hembras fértiles que garanticen
la supervivencia de las mejores razas.

Att: la admón.

Luego de re-leer detenidamente toda la placa, el Gerente de la Asociación Protectora de Animales salió apresurado de aquel lugar, recordando que la Academia “El Rot Guailler” era promocionada como la más innovadora escuela de formación para Escoltas, Agentes de Seguridad Privada y "ex-combatientes".