terça-feira, 4 de novembro de 2008

MEJOR NO DIGAS NADA

“Ojalá te sientas solamente un poco mal
en el día de la mujer mundial”.
Andrés Calamaro.


Feliz día,
le dices a la mariposa que no dejas de ver como oruga.

Gracias,
respondo, levantando apenas una sonrisa pero nunca el cuerpo, mucho menos la lengua. Son cosas que una aprende desde chiquita: para barrer se necesita el lomo gacho; para lavar, buenos callos en las alas; para obedecer, toda la ropa gastada... y para felicitarme en este día, necesitas ser el macho que escribe aprovechando mi voz.

Por más que me mires con dulzura, que pregones con tu zumbido potente y el cuerno invencible la equidad entre polillas y avispones, por más que me pagues lo obligado, digas crisálida en vez de oruga y escuches mis miserias; por más amable que te esfuerces en ser al regalarme una palmadita en el hombro o la espalda...
... eres el escarabajo atlas macho, escritor por accidente, amo y señor del reino que tanto me agoto limpiando.

Ay, varón, estoy alerta, ya no me dejo confundir por un poemita penitente, pues sé lo fácil que para los escritores resultan las palabras... pero cuán difícil que es ser-me como igual, patrón.

MUTANTES

La jovencita serpiente está mamada de los manoseos de su padre,
que es además su papá papá, no cualquier padrastro de esquina.
Ahora resulta que al viejo culebrón le parece deliciosa la china,
se ha puesto toda brillantica y de carnes macizas.
Igual a la mamá cuando él la conoció.
Y no puede dejar de tocarla
con su lengua viperina
ni echarle ojo de víbora mientras se baña.
¡Es que mija, ay Dios, mueve esa caderita de una forma...!
Así que nuestra serpiente jovencita, mientras se atreve a huir,
decide volver a ponerse la piel que hace poco abandonó.
Está guardada en un cajón, opaca y raída.
El viejo lamenta esta horrible noticia,
su “lombricita” se ve enclenque con esas ropas,
pero en el fondo agradece
la decisión tomada.
Tendrá que hacer lo suyo
él
mutar
distinto a su padre
y a su abuelo.