sexta-feira, 16 de maio de 2008

La Mantis y el muchachito (El Arrullo)

“Y ¿habrá niño tan bestia que necesite látigo
para volverse gente y hacer su obligación?”
Chanchito. Rafael Pombo
La Mantis y el muchachito
Un muchachito es obligado por sus padres a pasar vacaciones en la finca de tierra caliente. Sirve a él como terapia para la ansiedad; a ellos, como descanso.

La Mantis anda por ahí, filosofando, tejiendo la respuesta sobre el sentido de estar viva. Camina lenta y sin complicaciones hasta una cajita gris de luz saltona, brillante y hermosa.

Decide entonces, la lánguida Mantis, atender las incandescencias que ella siente como caricias divinas. Estira su cuello paludo. Se ubica justo frente a la ventana que escupe luces y se asusta de la fascinación que siente. Pero no entiende nada. Es dominada por una sutil ebriedad que no alcanza a descifrar... esta luz dulce y tibia, tan pegajosa: y yo solita en esta noche de lluvia intensa.

De repente, con sus ojos granangulares, ve una masa gigante que se acerca velozmente a ella. La Mantis siente un halo de violencia demasiado poderoso. Pobre Mantis, tan inútil, tan intelectual... Un tremendo golpe, el estallido y la oscuridad. De nada sirvieron, pequeña Mantis, el balanceo de boxeadora curtida, tu postura amenazante ni las diminutas espuelas que tanta seguridad te prodigan.

El muchachito se levanta enfurecido, enciende la luz y ve a ese maldito bicho alejarse turuleto (¡pero vivo!) del televisor despedazado. La Mantis Religiosa, sin dejar de huir, trata de comprender la desdicha que ha de sustentar semejante acto, pero es difícil, porque le duele la pata que ya no tiene. De entre los trozos de la pantalla rota el pequeño recupera su zapato, insecticida hasta hoy infalible, sin imaginar que, en dos minutos, cuando su fogoso corazón se tranquilice, la soledad de la selva será desbordante: ha acabado con su único verdadero amigo.

Comienza la terapia prevista.

Primeras veces

Cuando tenía 6 años escribí mi primer cuento, como muuuchos niños y niñas escolarizadas. Circuló, empastado, por las manos de toda mi familia. Luego vino el famoso poema "A mi madre" (famoso intrahogareñamente), discursos políticos en el patio del colegio, cuentos fantásticos y poesías de amor cada vez más decadente(s)... Adolescentico, copiando la idea de Luis Gabriel (co-autor de "Aleatoriedades", Bogotá: La Bocachica Gozoza, 2004) , decidí organizar una selección de escritos, fotocopiar y entregar a los amigos y amigas en formato de libro. Fue el nacimiento de La Vaca Gozosa Editores, antefetum de "La Bocachica Gozoza", concebida antes de vivir en el Magdalena Medio, antes de conocer los desastres de la ganaderia extensiva, antes de enamorarme perdidamente de las bocachicas, del Rio Magdalena, de las ciénagas, de las luchas de género, de la creación colectiva y de creatividad lingüística.

Javier Hernandez (hacedor gráfico en publicidad, director de fotografía para cine y autor de la portada de "Aleatoriedades") se encantó con una de las primeras versiones de "Silencio" (que después fue publicado en "Aleat...") y, para un trabajo universitario, realizó una edición gráfica de ese texto... que sólo vimos él, yo y su profesora. Por ese tiempo también se publicó "Bogotá Coqueta" en una pequeña revista universitaria cuyo nombre no logro recordar. La cosa funcionaba y a mí se abrieron las ganas de publicar. Vino una publicación en la revista Número, importante, bonita, de un cuento llamado "de... por la mañanita".

Luego fue Magdalena Medio. La vida convulsionada. Vino "La Bocachica Gozoza", un cuento publicado en el periódico de izquierda "Desde Abajo", gracias a la gestión de Carlos Iván Pacheco, y una altísima producción literaria... ni siempre buena. Dos veces participé en el concurso de cuento de Barrancabermeja, yendo a la ceremonia con mis mejores ropas, para descubrir que ni en el último lugar había quedado. Fue, mucho más allá de la literatura, la carne... el encuentro con un país terrible y con mis propias sombras. Tres años después volví a Bogotá.

Entonces nació el libro, publicado, en papel y con ISBN: "Aleatoriedades: o suculentos sancochos para tiempos oscuros". Una bellísima experiencia de amor y de trabajo colectivo, compilación de textos escritos por Luis Gabriel y por mi, y organizados por el equipo de amor de La Bocachica. El sueño de la Bocachica tomó fuerza y desmayó repetidamente. Yo me hacia escritor.

En Bogotá invertí en la literatura. Aprendiendo a escribir y a leer. No paré, tenía mucho afán de escribir y de publicar, pero las cosas financieras y pragmáticas no salían tan bien.

El siguiente libro fue "De sentires, caricias y reclamos", pequeña carta de lucha, compilación de textos literarios escritos, desde las entrañas, por un grupo de muchachitos y muchachitas desplazados por el conflicto armado, habitantes del barrio La Reliquia, en la ciudad de Villavicencio, Colombia. La profesora Bety Osorio (profesora titular del departamento de Literatura de la Universidad de los Andes, respetada teórica literária colombiana) escribió el prólogo. Ese librito materializaba todo el sueño de la Bocachica Gozoza. Es realmente hermoso.

Luego fue Brasil. Es Brasil. Mucho tiempo en silencio. De vuelta a la poesía y aprendiendo la narración compleja. Alimento mi sueño de un día: "conocer y contar las entrañas del mundo". Entiendo, un poco a la fuerza, que antes que publicar está escribir. Que en este mundo hiperpublicado, hiper propagandístico y auto-referido, seria mejor hablar bajito, hacer silencio, tener cautela. Sin embargo, entiendo también que hoy, para existir, hay que circular por las pieles del mundo. Existir como escritor es gerenciar la vanidad, colocarla al servicio del tejido y no de la etiqueta.

Así, mientras sucede el papel y los sueños como "De sentires" vuelven a tener espacio y oportunidad, decido existir. Con el cuero al río.

No es este un blog de escritura rápida, tipo columna, de comentarios sobre la actualidad o algo así. Pretende ser un blog esctrictamente literario, de publicación cuidadosa. Cada 15 días voy a compartir aquí, con ustedes, uno de los cuentitos que conforan el libro "El Arrullo" (después vendrán otros). Esta obra contiene textos creados entre los años 2003 y 2007, muchas veces revisados, depurados y re-escritos. Son textos de máximo 3 páginas. Decido publicarlo porque me parece que es digno de ser leido. Porque necesito sus voces de vuelta.

Sólo una cosa más antes de terminar. Meus e minhas possíveis leitoras brasileiras, qua a língua não seja uma razão para não ler. Depois, vão ver, virão obras também em português. Agradeço-lhes o carinho e o esforço. Também, qualquer coisa, é só perguntar.

Llegamos. Brindo para que esta relación que aquí se inicia sea placentera para todos los y las que aquí estamos.

José Miguel Nieto. Porto Alegre, 16 de mayo de 2008